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La premonición de una Reina: el sueño que llevó a ocultar las estatuas bajo el Palacio Real de Madrid

2 diciembre, 2019

: Carlos III | Estatuas del Palacio Real de Madrid | Felipe VI | Giovanni Domenico Olivieri | Isabel de Farnesio | Jardines Sabatini | Monarquía española | Plaza de Oriente

Durante el reinado de Fernando VI se mandó esculpir las estatuas de la monarquía española para decorar el Palacio Real de Madrid. Esta obra fue encargada al escultor Giovanni Domenico Olivieri (conocido en España como Juan Domingo Olivieri), la cual se componía de 108 estatuas que representaban a los reyes y reinas españoles desde Ataúlfo, Rey de los Visigodos en el siglo V d.C. La fachada principal del Palacio Real de Madrid estaba presidida por las estatuas de Felipe V y su esposa la reina María Luisa de Saboya (quienes comenzaron la construcción del palacio) así como las del propio Felipe VI y la reina consorte Bárbara de Braganza, los cuales la terminaron y encargaron la elaboración de estas estatuas para culminar su obra.

Vistas del Palacio Real y sus jardines desde nuestro apartamento «Palacio»

Durante años las estatuas vigilaron desde las alturas la ciudad de Madrid y a los habitantes que paseaban por sus jardines, custodiando el reino y sirviendo como muestra del esplendor de la monarquía española.

Sin embargo un 8 de febrero de 1760, durante el reinado de Carlos III, las 108 estatuas fueron retiradas de las cornisas donde se encontraban y condenadas a estar ocultas en los oscuros sótanos del palacio. 

Muchos pensaron que este acontecimiento se debía simplemente a un cambio de gustos estéticos por parte del Rey, a quien le debían parecer demasiado ostentosas estas estatuas de piedra berroqueña, por lo que ordenó su retirada.

Estatua de Sigerico, Rey Visigodo, en la Plaza de Oriente

Sin embargo la manera tan precipitada en la que éstas fueron quitadas de las cornisas y fachadas del palacio hizo pensar a muchos que quizás se ocultaba detrás otro motivo (tal vez relacionado con algún tipo de superstición) dando lugar no sólo a su extracción, sino también a su posterior confinamiento en el subsuelo del palacio, como si quisieran ocultarlas o esconderlas.

De hecho, muchos historiadores coinciden en que la retirada de las estatuas no se debía a ningún criterio estético, sino que fue consecuencia de un sueño premonitorio que tuvo la madre del rey Carlos III, Isabel de Farnesio.

La premonición de la Reina

La antigua reina consorte y segunda esposa de Felipe V tuvo un inquietante sueño, el cual la atemorizó tanto que pidió a su hijo que retirase las estatuas inmediatamente. Soñó que se producía un gran terremoto en la ciudad de Madrid y que las estatuas que decoraban las cornisas reales se tambaleaban bruscamente, desprendiéndose de sus peanas y precipitándose hacia el vacío, cayendo sobre ella y acabando con su vida. La Reina era bastante supersticiosa, por lo que consideró que esta pesadilla se trataba en realidad de una premonición.

Por este motivo y para tranquilizarla, su hijo mandó bajar todas las estatuas y que éstas fueran mantenidas bajo tierra, donde no pudieran herir a nadie.

Estatuas de la monarquía española expuestas en la Plaza de Oriente

No sería hasta el reinado de Isabel II que las esculturas fueron rescatadas del sótano donde habían sido confinadas durante años. La Reina, quien aseguró no creer en este tipo de supersticiones, ordenó que recuperaran las estatuas y que éstas fueran colocadas de nuevo para decorar el Palacio Real. Sin embargo, no volvieron a ocupar su antiguo lugar en las cornisas de palacio. Muchas se quedaron en la Plaza de Oriente o en los Jardines Sabatini (a escasos metros del palacio), otras fueron repartidas por distintos puntos de Madrid como el parque de El Retiro, La Glorieta de las Pirámides o el Museo de la Artillería. El resto, fueron reubicadas en otras ciudades como Vitoria, Pamplona o El Ferrol.

Quizás la Reina Isabel II si era algo supersticiosa en el fondo, ya que no quiso volver a colocar las estatuas en las alturas (tal vez por miedo a que éstas cayeran y la premonición se cumpliese) llegando incluso a enviar las estatuas lejos de Madrid para evitar cualquier tipo de peligro.

Finalmente en 1973 durante la restauración de la fachada del Palacio Real se volvieron a colocar varias estatuas en la balaustrada superior para recuperar el diseño original, que es el que podemos disfrutar hoy en día si visitamos los jardines reales de Madrid.

Estatuas de la monarquía española en la Plaza de Oriente

Conocer las historias y leyendas que encierra una ciudad y sus rincones nos ayuda a disfrutarla aún más, así que si estáis de visita por Madrid y paseáis por el Palacio Real y la Plaza de Oriente, os recomendamos deteneros unos instantes a observar las estatuas que una vez custodiaron la ciudad desde las alturas, para después ser confinadas bajo tierra, y que ahora decoran la avenida; todo debido al sueño y la superstición de una reina.