Flamenco en Granada

El flamenco es una de las actividades más representativas de Granada, pues su barrio gitano Sacromonte,
situado en la zona oriental de la ciudad, se caracteriza por ser una de las
principales cunas del flamenco. Aquí surgió la popular zambra, también
conocida como zambra mora, una danza y cante flamencos que surgió en el siglo
XVI y que en un principio se bailaba en las ceremonias nupciales  gitanas, pero ahora los gitanos la bailan para atraer a los visitantes de Granada a las cuevas y  colinas del Sacromonte. 

La importancia de Granada con
respecto al flamenco, también conocido como «cante jondo» o «cante grande»,
viene dada porque aquí fue donde se realizó el primer concurso de cante
flamenco en 1922. Este estaba patrocinado por el dramaturgo granadino Federico
García Lorca y el compositor Manuel de Falla, quienes no querían permitir que la
esencia de este arte, siempre entendido como un arte del pueblo, desapareciera.
Por ello, los concursantes debían ser totalmente desconocidos.

Si se quiere disfrutar de un buen
espectáculo de flamenco y de su arte, hay dos zonas que se deben visitar
obligatoriamente: el Sacromonte y el Albaicín. Por un lado, el Sacromonte se caracteriza por sus cuevas dedicadas a este arte, blancas, amplias y adornadas con objetos de cobre. Estas reciben el nombre de zambras (al igual que el baile típico que se representan en ellas) y aquí el público podrá admirar una auténtica muestra de arte llena de pureza y sentimiento. Estas cuevas del Sacromonte han sido declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Entre las zambras más importantes se encuentran La Cueva de la Rocío,
que pertenece a una de las familias con más repercusión en este mundo, «la familia Maya».
Además de poder disfrutar de impresionantes espectáculos dignos de admirar, el
visitante podrá  dirigirse a una amplia
terraza que ofrece unas maravillosas vistas a la Alhambra y al Generalife. Esta
zambra ha recibido a personas tan conocidas como el presidente de los Estados
Unidos, Bill Clinton, o la Primera Dama de los Estados Unidos, Michelle Obama.

Una de las cuevas más grandes de
Granada es el Templo del Flamenco,
donde se realizan espectáculos cada noche con una amplia plantilla. Estos están
dirigidos por Antonio Vallejo Anaya, flamenco que tiene el don de dejar a toda
persona que pase por su cueva atónita, pues tal demostración de arte no puede
explicarse con palabras, sino que debe contemplarse con los propios ojos.

La Cueva de los Tarantos también es muy popular en Granada, ya que
además de ofrecer su sensacional espectáculo flamenco, pone a la disposición
del turista un amplio servicio que cuenta con transporte y visita guiada por el
Albaicín. También propone la posibilidad de disfrutar de una cena con los
platos típicos de la región, tras la cual se pasa al deleite de la
representación.

Otra cueva que fascina a quienes la
visita es la Cueva María La Canastera,
donde se encuentra un museo de la cantaora que le da nombre y donde se pueden
recibir clases de baile. Sus representaciones se realizan en un entorno alegre
y familiar.

Si se visita la Venta El Gallo, se podrá elegir entre cenar en su restaurante o
simplemente disfrutar del espectáculo. Se encuentra en un lugar privilegiado,
frente a la Alhambra. Además, incluye una visita turística por los barrios del
Albaicín y Sacromonte.

Muy cerca de estas cuevas se encuentra
un referente del arte en general, el Auditorio
Municipal de la Chumbera, que ofrece al espectador una multitud de
actividades culturales, entre las que se encuentra un programa llamado
Patrimonio Flamenco que cuenta con recitales flamencos durante todo el año,
además de conciertos de otros estilos musicales, todo ello acompañado de unas
impresionantes vistas a la Alhambra que no se podrán olvidar jamás.

Por otro lado, en el Albaicín abundan las peñas flamencas en
las que se representan recitales flamencos. La que tiene más repercusión es la Peña Flamenca La Platería, fundada en
1949, siendo así la decana de las peñas en el mundo. Las distintas actuaciones
se realizan los jueves (se recomienda reservar con antelación) y algunos
sábados, en los que se permite la entrada al público que quedará maravillado
ante tal muestra de arte.

En la Sala Albaicín, situada cerca del Mirador de San Cristóbal, el
espectador podrá combinar un paseo turístico por este barrio y el del
Sacromonte para luego dar paso al deleite del espectáculo. Además, ofrece la
interesante opción de impartir clases de iniciación al flamenco para grupos
mínimos de 10 personas y las entradas incluyen el transporte desde cualquier
punto de la ciudad.

La Peña La Parra Flamenca también tiene una gran importancia, ya que a
través de sus representaciones consiguen conectar con el público y
transmitirles las mismas sensaciones que ellos sienten mientras las realizan.

En este barrio histórico, también
se pueden encontrar restaurantes que ofrecen actuaciones flamencas todas las
noches. Este es el caso de Los Jardines
de Zoraya,  donde existen diferentes
opciones de entrada: contemplar el espectáculo con una tapa o bebida o con un
menú. Este restaurante recibe muy buenas críticas, pues posee una amplia
variedad gastronómica, tanto típica de Granada como de España. Dependiendo de
la época del año, las actuaciones tendrán lugar en un sitio u otro: en el interior
en invierno, con un ambiente rústico, y en un amplio jardín en verano. En
definitiva, una fantástica combinación de arte culinario y flamenco.

Por ello, toda persona que quiera
disfrutar de un buen espectáculo flamenco, del arte y la fuerza que en él se
desprenden, debe visitar estas zonas de Granada. Jamás olvidará esa noche
mágica llena de pureza y colorido. Ideal para dejar a un lado la parte más
turística y sumergirse en otro mundo completamente distinto, lleno de
emociones, de sentimiento, de pasión y, sobre todo, de una gran calidad
artística.