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Val del Omar: surrealista olvidado, inventor desconocido de Granada

27 diciembre, 2019

: Aguaespejo Granadino | Federico García Lorca | Fuego en Castilla | Generación del 27 | Inventor Desconocido | Luis Buñuel | Museo Reina Sofía | Pablo Picasso | Surrealismo Olvidado | Tríptico Elemental Español | Val del Omar

Cuando hablamos de surrealismo en España, la mayoría de nosotros pensaremos en artistas de renombre a nivel mundial tales como Dalí o Picasso (en su etapa surrealista) dentro del ámbito de la pintura, y Buñuel o Lorca si hacemos referencia al mundo del cine y la literatura respectivamente.

En cuanto a la figura del inventor español, quizás no se nos venga a la mente el nombre de ningún personaje nacional, y es que aunque ha habido muchos visionarios en España cuyas obras han servido como precursoras de la tecnología y avances que podemos disfrutar hoy día, la falta de patentes en éste ámbito dio lugar a que otros se basaran en los escritos e inventos para elaborar sus propias creaciones y patentarlas, siendo reconocidos a nivel mundial como los precursores en su ámbito. Sin embargo gracias a un proceso de investigación y recopilación de documentos antiguos en los que se mencionan a estas figuras españolas se está comenzando a dar el reconocimiento merecido a autores como el que vamos a hablar en este blog. Hoy viajaremos a Granada para recordar la figura de José Val del Omar, un hombre visionario, artista del surrealismo e inventor desconocido para muchos pero cuyas creaciones han servido de precedente para inventos considerados actualmente como innovadores o revolucionarios. 

Fotografía de Val del Omar tomada en su estudio

Val del Omar: “cinemista”, “sonidista”
e inventor olvidado de Granada


El 27 de Octubre de 1904 nació en Granada José Val del Omar, de cuya infancia solamente se conoce que solía entretenerse ingeniando proyecciones del estilo de la “linterna mágica”, reflejo temprano de sus futuras dos pasiones: el cine, al cual se dedicó la mayor parte de su vida y la alteración y fabricación de instrumentos que le permitiera experimentar con éste arte, para poder así compartir con el mundo toda la imaginería que creaba en su cabeza pero para lo cual no existían técnicas aún que le permitieran hacerlo.

Funcionamiento de «La Linterna Mágica«, imagen del la página IDIS

Val del Omar fue un adelantado a su tiempo, incluso dentro del movimiento que se estaba desarrollando en España en aquel momento conocido como “La Generación del 27” en la cual varios artistas se reunieron con motivo de homenajear al poeta español Luis de Góngora y que daría lugar a una etapa de experimentación artística y maduración cultural de la mano de poetas como Federico García Lorca, Luis Cernuda y Rafael Alberti, y de artistas plásticos como Salvador Dalí y el cineasta Luis Buñuel.

Aunque Val del Omar no se encuentra reconocido actualmente como uno de los pertenecientes a esta generación, su obra y cercanía a los autores mencionados anteriormente demuestra que fue parte importante de este movimiento, especialmente dentro del movimiento conocido como «surrealismo». Durante los años de 1932 a 1936 colaboró en las Misiones Pedagógicas de la República junto a su íntimo amigo también proveniente de Granada, Federico García Lorca, elaborando una amplia serie de documentales de los cuales sólo se conservan actualmente unos pocos de los más de cuarenta que se cree que filmó. 

De hecho, fue el propio Lorca quien le presentó a Josep Renau (artista del fotomontaje y muralista conocido por sus obras reivindicativas y de carácter social-comunista). Juntos, Val del Omar y Renau comenzaron durante la Guerra Civil la tarea de salvamento de los fondos más valiosos del museo del Prado y la Biblioteca Nacional de España. Durante los años de la Guerra, Val del Omar fue coaccionado por el bando franquista para rodar documentales propagandísticos, hecho que recordaría toda la vida con gran amargura dejando un escrito que reflejaba el enorme dolor que le producía recordar todo aquello y que le acompañaría el resto de su vida.

Teatro realizado por las «Misiones Pedagógicas«

Tríptico Elemental Español: Una mirada desde
el Surrealismo a Granada, Castilla y Galicia


Val del Omar se consideraba a sí mismo como un “suceso”, tal y como dejó escrito en un documento en el cual también afirmó que su estado natural era el cambio constante debido a la enorme inquietud que habitaba en él y que quería experimentar con distintas técnicas para hacer crecer su arte, tal y como reflejarían sus palabras “no tengo otra silueta que el cambio”.

También acuñó el término “cinemista” para nombrarse a sí mismo, ya que Val del Omar consideraba que no solo era un cineasta, sino que también tenía algo de alquimista.

“No tengo otra silueta que el cambio”

Val del Omar
Fotograma de uno de los Cortometrajes de Val del Omar

Su primera obra cinematográfica de la que se tiene conocimiento se llamó originalmente “Lucerito” para más tarde ser rebautizada como “En un rincón de Andalucía”, un largometraje realizado en 1925 y el cual supuestamente tenía como tema principal la ciudad de Granada, pero del que no se conserva ninguna copia ya que el propio Val del Omar las destruyó por completo al considerarlo un auténtico fracaso artístico.

Aguaespejo Granadino

Durante los años de 1953 a 1955 realizó su cortometraje más conocido, que él denominó como “un corto ensayo audiovisual de plástica lírica” y en la cual vemos varias imágenes de Granada y su gente acompañada de la voz de un narrador, donde podemos ver las técnicas del surrealismo que había estado desarrollando hasta ese momento. Este film fue presentado a los festivales de Berlín y Bruselas, donde encontró gran acogimiento y numerosos halagos por parte de la crítica.

Fuego en Castilla

Presentado en el Festival de Cannes el mismo año que Buñuel recibía La Palma de Oro por “Viridiana” y galardonado con diversos premios, el “Fuego en Castilla” de Val del Omar introdujo de forma nunca antes vista los fundamentos de la “Táctil Visión” o “Iluminación Pulsatoria Táctil” acompañados de una banda sonora electroacústica. Esta obra junto al “Aguaespejo Granadino” y al posterior “Acariño Galaico (de barro)” forman el conjunto cinematográfico que Val del Omar llamó “Tríptico Elemental Español”.

Fotograma de Fuego en Castilla

El legado de Val del Omar

En los años 20, se sabe que Val del Omar inventó el “objetivo focal variable” (posteriormente conocido como Zoom) con la intención de “penetrar el alma del ser humano”, sin embargo no llegó a patentarlo, por lo que años después el mérito de éste invento se lo llevaría la casa “Zoomar”, quien sí se encargó de registrar la patente de este objetivo fotográfico.

Anteriormente hemos hecho mención a la TáctilVisión y a la técnica de cine “Picto-Lumínico-Audio-Táctil” o PLAT empleadas en su film “Fuego en Castilla”. Éstas consistían en un sistema de iluminación basado en contrastes de luz-oscuridad que pretendían dotar a la imágen de volumen y transmitirnos su relieve superando la barrera de bidimensionalidad a la que el cine se enfrentaba. Esta teoría daría posteriormente lugar al conocido como cine 3-D, el cual se basa en esta misma premisa.

Sistema de espejos empleados por Val del Omar para algunos de sus cortometrajes

Otro de los inventos que debemos agradecer a Val del Omar es el “sonido estereofónico” (o como se denomina actualmente Sonido Estéreo), y que él llamó “Diáfono 54” , el cual tal y como recoge un periódico de 1944 consistía en un sistema de reproducción acústica polifónica que rodea al espectador de un arco sonoro difuso”. 

En su “Desbordamiento Panorámico de Pantalla” podemos reconocer una primera versión de los Video-mapping que actualmente están tan de moda, y que consistía en la proyección de sus cortometrajes dentro y fuera de la pantalla, de modo que la imagen quedara desbordándola y se extendiera por el techo y las paredes, absorbiendo y envolviendo al espectador.

«Desbordamiento Panorámico de Pantalla» en la Exposición realizada por el Museo Reina Sofía

También podríamos atribuirle a Val del Omar la invención del E-book ( o al menos su ideación y planteamiento) ya que en un artículo realizado por un periódico español, el inventor habló sobre un proyecto en el que estaba trabajando y que llamó el “graformar” el cual consistía en una biblioteca de 3000 imágenes que se iban actualizando 300 cada mes en el dispositivo (estaba pensado para los estudiantes)

Tras su fallecimiento en 1982 al ser atropellado por un coche, el Festival de Granada creó en su honor la sección “José Val del Omar” para premiar al mejor cortometraje experimental. Además de las creaciones posteriores a las que darían lugar sus inventos, la influencia de Val del Omar se puede observar claramente en artistas como Bill Viola, un autor neoyorkino dedicado al mundo de la performance que emplea videoinstalaciones y ambientes auditivos empleando los medios electrónicos audiovisuales. Casualmente, hace unos cuantos años se celebró en Granada (ciudad natal de Val del Omar) una exposición de las obras del artista neoyorkino titulada “Las horas invisibles” y que tuvo lugar en el Museo de Bellas Artes de la Alhambra.

Exposición de algunas obras de Bill Viola

Sin duda, al ver hoy en días las obras fílmicas de este “cinemista” de Granada, podemos apreciar la vertiente surrealista que impregna su obra y que inspiraría en cierto sentido “el perro andaluz” de Buñuel, considerado hasta ahora la máxima expresión del film dentro del surrealismo español, pero que tras revisar el trabajo de Val del Omar nos replanteamos si no merecería éste el puesto de mayor director de cine del surrealismo español, pues sin duda sus obras están cargadas de una belleza y lírica nunca antes vista hasta ese momento. Actualmente el Museo Reina Sofía de Madrid posee una colección de las obras de Val del Omar, por lo que si queréis saber más de este artista del surrealismo os recomendamos que visitéis la filmoteca del museo, donde tendréis acceso a muchos de sus cortometrajes y a algunos de los fotomontajes realizados por el autor.