Museo Reina Sofía

A pesar de su extensión y de la cantidad de obras que en él se albergan, algunas obras características e importantes del Museo Reina Sofía son:

Guernica de Picasso, 1937. Considerado una de las obras más importantes del siglo XX, se realizó debido a los bombardeos por parte de la aviación alemana sucedidos en la población vasca Guernica durante la Guerra Civil Española. Sin embargo, Picasso no quiso representar hechos concretos, sino la crueldad y el terror de la guerra; siendo así un cuadro simbólico, no narrativo. En él aparecen varios símbolos, seis seres humanos y tres animales, todos ellos mostrando las consecuencias de este hecho, como la madre con su hijo muerto o la mujer con los brazos al cielo mientras su casa arde, la cual se ha convertido en símbolo del horror de la guerra moderna. Sobre esta obra, Picasso dijo: «No, la pintura no está hecha para decorar las habitaciones. Es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo».

Rostro del gran masturbador de Dalí, 1929. Este cuadro surrealista simboliza totalmente la obsesión por el sexo del artista. A pesar del gran número de elementos que Dalí representó en la obra, todas tienen su significado. El elemento central es su autorretrato con sus elementos más característicos; también aparece una langosta, animal que le provocaba terror, un león que simboliza el deseo sexual… Además, el tema de la masturbación aparece reflejado en la mujer que surge de su retrato y cuyo rostro aparece al lado de unos genitales masculinos escondidos en unos calzoncillos.

Femme et chien devant la lune (Mujer y perro delante de la luna) de Joan Miró, 1936. Realizada en el año en que estalla la Guerra Civil Española, en este cuadro aparecen dos personajes que miran a la luna. Por un lado, un perro que parece un gato y por otro una mujer con sus brazos alzados hacia la luna, queriendo tocarla. Esta  guarda una estrecha familiaridad con los personajes realizados por Picasso en esta época.

Muchacha asomada a la ventana de Dalí, 1925. Pertenece a la etapa formativa de Dalí, cuando su pintura todavía no se había visto influida por el surrealismo. En la obra aparece la hermana de Dalí, Ana María, con 17 años, pues ella fue su modelo hasta que apareció Gala. En este caso se encuentra asomada a la ventana de espaldas, dejándonos observar el paisaje que aparece ante ella. El cuadro transmite tanta calma y serenidad que es difícil que el espectador se dé cuenta de la anomalía que produce la eliminación de uno de los batientes de la ventana.

Mujer en azul de Picasso, 1901. Esta obra fue realizada cuando Picasso se encontraba en Madrid después de haber pasado una temporada en París. Según Pío Baroja, la mujer que aparece con aire parisino vestida con un atuendo pomposo fue pintada de memoria. Tras esta obra se esconde una historia bastante curiosa, ya que fue presentada en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1901, pero al no obtener un buen resultado, Picasso optó por no pasar a recogerla, permaneciendo oculta en distintos almacenes hasta que Lafuente Ferrari, director a del Museo de Arte Contemporáneo, decidió rescatarla y darle la importancia que se merece.

Grito nº 7 de Antonio Saura, 1959. Esta obra se caracteriza por la gran fuerza expresiva del grito de la figura que aparece. Aunque es bastante abstracta, se pueden percibir distintas partes de esa figura, como los brazos, las manos, la cabeza, los pies…, por lo que no abandona el realismo, sino que lo deteriora para darle más fuerza. Esta obra representa los sentimientos que asolaban el país tras la Guerra Civil: la frustración, la tristeza y la rabia.

El museo abre lunes, miércoles, jueves, viernes y sábado de 10:00 a 21:00h y los domingos de 10:00 a 14:30h todo el museo y de 14:30 a 19:00h algunas colecciones.

El museo cierra los martes y los siguientes días: 1 y 6 de enero, 1 de mayo, 15 de mayo, 10 de noviembre, 24, 25 y 31 de diciembre.

Debe tenerse en cuenta que el desalojo de las salas empieza 15 minutos antes de su cierre.